Entre lo Efímero y lo Eterno

Dedicatoria, Agradecimientos y Capítulo I

Dedicatoria

Para aquellos que se sumergen en mundos de fantasía y lógica, para aquellos que encuentran belleza en los números y la magia, para aquellos que disfrutan de historias que desafían la realidad, esta dedicatoria es para ustedes, amantes de la ficción y las matemáticas.

Que sus mentes sean siempre curiosas y su imaginación, infinita, que encuentren en los libros y las ecuaciones la emoción que necesitan, que nunca dejen de soñar y de explorar lo desconocido, y que siempre encuentren en la ficción y las matemáticas un refugio.

Que sus mundos imaginarios se entrelacen con el razonamiento, que las historias que crean y resuelven sean un abismo de aprendizaje, que la ficción y las matemáticas les enseñen a pensar y a crecer, y que, al final del día, siempre encuentren en ellas un motivo para ser.

Así que, a todos los amantes de la ficción y las matemáticas, les dedico estas palabras con cariño y admiración, porque sus mentes y sus corazones son una inspiración, para aquellos que buscan en el conocimiento, la verdadera magia de la creación.


Agradecimientos

Agradezco a lo efímero por recordarme la importancia del momento presente, por enseñarme a disfrutar de los pequeños detalles y de los instantes fugaces, por mostrarme que la vida es un cúmulo de momentos únicos e irrepetibles, y que cada uno de ellos tiene un valor incalculable.

Agradezco a lo eterno por recordarme la trascendencia de las cosas, por enseñarme que hay algo más allá de lo que podemos percibir, por mostrarme que hay verdades universales y atemporales que perduran, y que la sabiduría y la belleza pueden trascender generaciones.

Ambas, lo efímero y lo eterno, me han enseñado una lección valiosa, que la vida es una mezcla de momentos intensos y fugaces, y que, aunque a veces parezcan contradictorios, son complementarios, que lo efímero nos hace valorar lo que tenemos ahora, y lo eterno nos hace ver más allá de lo que nuestros ojos pueden alcanzar.

Agradezco a lo efímero por enseñarme a saborear el momento, y a lo eterno por darme perspectiva y trascendencia, porque gracias a ambos, puedo apreciar la belleza de la vida, y valorar cada instante como algo único e irrepetible.

Así que, a lo efímero y lo eterno, les doy las gracias, porque gracias a su existencia, puedo entender mejor mi propia existencia, y encontrar un equilibrio entre el aquí y el ahora, y la trascendencia de las cosas que van más allá del tiempo.


Capítulo I

A veces tan solo deseo refugiarme en los bajos deseos, autoengañarme, tratar de creer que hay algún sentido en las incoherencias, que el desorden implica algún tipo de orden, que la oscuridad tan solo es efímera y que el sentir es verdadero. Que nada es una creación de mi mente y de mis necesidades, que mi existencia no es un juego del azar, que en medio de la confusión existe una verdad latente.

A veces tan solo deseo entender la simplicidad de vivir correctamente, sin falsas éticas que limitan el ser divino que existe en mi interior.

A veces tan solo deseo creer que esto es un sueño, que pronto despertaré, y que mi existencia no solo fue un deseo fundamentado en mi pensamiento. Que nunca existió el yo, sino nosotros. Que vivimos en una intrínseca dependencia uno del otro, volviendo una sucesión de experiencias limitadas por el tiempo.

A veces tan solo deseo creer que son ideas sin sentido que pasa por una mente esclava y que no tiene ni la mínima idea de la realidad.

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